Aparco en Ambite y empiezo la prueba. Ya sabía que el recorrido era prácticamente llano y que a penas iba a poder sacar impresiones del nuevo plato de 40 dientes. Tras los primeros kilómetros no me encuentro cómo con la postura del manillar, así que paro, lo levanto un poco para dejarlo más "plano" respecto a mis manos. Mucho mejor.
Los siguientes kilómetros transcurren muy tranquilo moviendo el plato grande todo el tiempo y con la sensación de ir "volando". Me voy acostumbrando a los cambios que, pese a no ser indexados, le acabas cogiendo el punto de dónde poner la maneta para que la transmisión vaya fina.
Llego hasta un kilómetro más allá de Perales de Tajuña y me doy la vuelta. La segunda parte del recorrido es más rápida por el aire a favor y sólo percibo que el sillín se me empieza a hacer un poco duro al llegar a las 2 horas, sin llegar a ser muy molesto. Respecto a los frenos, mucho mejor que los anteriores dándome mucha más confianza. También me doy cuenta de que al pedalear apretando fuerte hay un ruido que no consigo averiguar de dónde viene y que tengo que revisar. Debe ser una de las zapatas que roce ligeramente o que alguno de los radios de la rueda trasera esté flojo, ya que a penas los he revisado desde que empecé con la bici.
Pero ya son problemas menores... :)
Aquí unas fotos de ese día: